LA FABULA DEL
COLA CAO

En la vida como en el desayuno diario, uno intenta tomarse las cosas, o debería hacerlo, para sentirse bien, hay quien empieza y vive casi en ayunas, con el sandwich atravesado en la boca del estomago y hay quien prepara unas tostadas con calma y se prepara un cola cao, tuesta las tostadas despacito para dorarlas en su punto, escoje si prefiere mantequilla o margarina, si en dulce o en salado, si quizás escoje adoptar sanas costumbres i la frotarla con ajo, añadiendole aceite de oliva y sal y hay quien se amontana de tal manera que acaba comiendoselas quemadas untadas con ajo y mermelada de frambuesa y bebiendose lleno de grumos el colacao por ni tener tiempo para templar la leche, ni orden mental para disfrutar de sus tostadas.


Sin duda es envidiable ver como alguien levanta el dia ordenadamente, se llega hasta la cocina, rebana el pan al gusto, lo deja tostar a fuego lento, escoje del frigorifico los condimentos y calcula el tiempo del micoondas para tener a la temperatura deseada la leche para mezclarla convenientemente con el cola cao. Seguramente muchos desearian poderlo hacer a diario y para poder disfrutar luego del resto del dia del mismo modo, pero desgraciadamente en los dias que corren hay quien tras intertarlo en multitud de ocasiones no logra mas que el resultado esperpentico de todo ello. A fuerza de fracaso, porqué cuando no es el movil que suena dentro del microondas es la ducha que se quedó abierta, se unta pasta de dentifrica en las tostadas o acaba frontadose con ajos los dientes. Hay hasta quien llega a atragantarse bebiendo su colacao con grumos y acaba estornudando proyectiles sobre las tostadas, el microondas y las paredes de su cocina. Llegan extremos de gente que me han contado que disfrutan descubriendo hasta que limites de surrealismo puede llegar a convertirse un desayuno e incluso un amigo llegó a confesarme que su pareja se los habia grabado en video para poder enseñarselo a las visitas y a los vecinos. Desde luego no seré yo quien le niegue a mi amigo el gusto, ni en plena moda de la deconstruccion gastronomica afirmar que el tizón de tostada de de mermelada de frambuesa al perfume de ajo con salteado de grumos de cola cao sea una aberración, pero si me disculpan, mis tostadas estan listas y el cola cao a punto, así que les dejo ahora para disfrutar mi desayuno.Mis mejores deseos de que disfruten el suyo. ¡Ah! y una matización, si uno disfruta del cola cao con grumos que lo haga por gusto personal y no por haber fracasado en ser capaz de prepararlo de acuerdo a su buen gusto. Les deseo tengan un buen y sabroso desayuno, yo acabaré de disfrutar del mio, del mismo modo que de mi vida gracias a mis 19 centimos, mi billete de a dolar i... Mi Colacao sin grumos.

Segimon Colomer i Puigdefàbregas,
servidor de Dios y ustedes. Feliz desayuno












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